CRÓNICA BAD RELIGION 40+2 (21/05/2022 Madrid)

BAD RELIGION

La caravana itinerante de Planet, volvió a desplazarse, tras mas de 2 años y medio, paralizada por la doliente pandemia, que tanto daño nos origino en todos los ámbitos de la vida, a tierras peninsulares para desarrollar una de nuestras facetas más gratificantes: cubrir eventos musicales como el presente.

Nos ubicamos desde las 18:30 en el Pabellón WiZink Center, el cual había dispuesto por la organización, toda la zona habilitada como cancha deportiva (cubriendo las recogidas gradas en forma de mínimo pliegue de acordeón, con lonas negras y así evitar un efecto de inmensidad sin ocupar). Espacio que fue colmado en su máxima expresión, ante las actuaciones de los dos grandes grupos estrella de esta gira, siendo los mismos Bad Religion y Suicidal Tendencies. Disfrutamos de la actuación de los catalanes Blowfuse, banda que ha compartido escenario con las formaciones referentes de la escena internacional (NOFX, Face To Face, Pennywise, Sick Of It All, etc), además de presentar contrato discográfico con la mara Vans Music Spain, girando por Estados Unidos y Japón, además del continente europeo. Temas como “Radioland”, “State of Denial”, o “Ripping Out” nos deleitaron calentando nuestras ansias de punk rock, en la voz de un hiperactivo Oscar Puig (vocalista) y Sergi Bouffard en las labores de la guitarra principal.  

BLOWFUSE

Uno de los motivos de la presencia de Planet Caravan en dicho evento, era vivenciar en primera persona y por primera vez, de una de las formaciones referentes de nuestros años de instituto. Los californianos Pulley llegaron con nueva referencia discográfica (“The Golden Life”-2022), además de un constante aluvión de temas consignados con una patente inconfundible, ya que la tonalidad vocal de su líder, principal compositor y vocalista, Scott Radinsky (en el cual es evidente a nivel físico, su pasado como jugador de beisbol profesional), es la que define las melodías y particularidades de la formación dentro de la escena del hardcore melódico. “Repeat Offender” abría su set list, en el cual, por momentos, la sonorización no ayudo nada la banda, sobre todo a la voz de Scott, la cual perdíamos por momentos. Pero ante situaciones de contratiempo, temas de inolvidable factura como “Second Best”, o “Woking Class Whore” y un carisma de peso que otorga el haber permanecido en la escena musical desde 1994. Clásicos respetados por derecho propio.

PULLEY

Con Millencolin, la sonorización se adecuo en mayor medida a lo que se espera y desea de un evento de tales características, a las tonalidades vocales de Nikola Sarcevic (el cual ha desarrollado una respetable carrera en solitario con álbumes de folk y música atemperada, en la cual su voz cobra aun mayor protagonismo y versatilidad). Un set list de 13 temas (si no nos falla la memoria, que es posible), incontestables, desde la inicial “SOS”, hasta las coreadas y disfrutadas “No Cigar”, “Penguins & Polarbeards”, “Twenty Two”, o “Ray”. Los suecos con su punk rock inserto en nuestro imaginario musical, levantaron a los miles de congregados ya en dicha hora, haciendo volar con constancia, minis de cerveza (actitud que nunca entenderé), generando pasión por los ritmos rápidos y melódicos. Carisma y desenvolvimiento cargado de dinamismo. Excepcionales.

MILLENCOLIN

Con los angelinos Suicidal Tendencies, la externalización de sentimientos afines a la banda y a sus insignes temas, se hizo patente y evidente en grado sumo, lo cual nos congratula significativamente, ya que un frontman como Mike Muir se merece todo y más en este mundo, y en cualquier otro que premie la constancia y creencia en un proyecto musical como el suyo. Con la inicial “You Can´t Bring Me Down” (extendida para solazamiento del público asistente), la seguida “I Shot The Devil” (con su inicial  y mítica entrada verbalizando el “I Shot Reagan”, transmutable a unos cuantos lideres políticos del actual panorama nacional que presentamos), la rítmica llamada al salto constante “Send Me Your Money” y la enraizada con su lado mas hardcore punk “Subliminal”, convirtieron en movimiento activo y constante a la totalidad de público, sin resquicio alguno para el descanso o apalancamiento. En “Possessed To Skate” las cualidades y habilidades de Ty Trujillo (si, el hijo de Robert Trujillo, bajista de Metallica), menor de 17 años, hizo congraciarnos con la nueva hornada de músicos que han seguido la adecuada estela musical que mas nos apasiona, demostrando una desenvoltura y técnica personal asombrosa. El aporte de Ben Weinman, guitarra de nuestros queridos The Dillinger Escape Plan, en movimientos por el escenario y sobre el público, además de su contrastada técnica, le da el contrapunto a la templanza y experiencia de Dean Pleasants. Una verdadera delicatessen sonora e interpretativa, el disfrutar de los actuales Suicidal tras más de 40 años de carrera musical.  La única pega, desde mi particular visión, los excesivos y dilatados, en determinadas ocasiones, discursos de Mike, pero entendemos que es parte de su idiosincrasia, y tal cual, lo queremos y respetamos. ¡¡Enhorabuena Mike!!

BAD RELIGION

Y nos aguardaba el colofón de la velada musical. Iniciar tu set list con un tema como “Generator”, entonado por la inigualable voz de Greg Graffin, como decía el slogan de una conocida marca de Tarjetas de Crédito, no tiene precio, y, además, añade el aquí escribiente, hoy en día, ninguna banda de punk rock puede ni siquiera igualar semejante destreza y clase como destilan estos padres inventores y propulsores del presente genero musical. Para algunas bandas de nuevo cuño que se respeten mínimamente, entiendo que este debe ser el espejo en el cual obtener algún destello de clarividencia, y en las ya veteranas, pues eso; que las que sigan encastilladas en su supuesto castillo de vanidad pretérita grandeza, que sigan ahí, viviendo de sus autocomplacencias. 26 temas compusieron esta descarga que perdurara en nuestros profundos y sentidos recuerdos musicales. Desfilaron himnos atemporales como “Suffer”, “Punk Rock Song”, “Infected”, “21st Century Boy”, “American Jesus” (en el bis final), “Los Angeles Is Burning”, “Recipe For Hate”. El hieratismo y compostura de Mike Dimkich a la guitarra, estilismo y saber estar con la experiencia y año vividos, contrastando con las sentidas consignas y gestualidad de Greg, así como la presencia de la espigada figura de Jay Bentley al bajo, y no olvidarnos de Brian Baker, miembro indispensable en bandas de referencia en la creación del punk rock estadounidense como Minor Threat y Dag Nasty, conjugan sobre el escenario un dream team inconfundible e inigualable. En alguna referencia musical, se aludía al escaso tiempo del evento, y sin entrar en polémicas o percepciones subjetivas, dicha circunstancia ni la percibimos ni la sentimos. Al contrario. Bad Religion se vaciaron, y posteriormente, nos dieron la extenuación. Excepcionales, sin parangón posible, o comparativa que no palidezca ante ellos. Por muchos años más, hasta nuestra muerte, siempre Bad Religion.  Agradecimiento exquisito hacia los organizadores del concierto, y las facilidades que nos brindaron, para cubrir con garantías el presente evento musical.

BAD RELIGION

Texto: Félix Marrero

Fotos: Adrián Pérez

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